Estoy esperando la salida de un camión en la central de autobuses. Voy rumbo a las pirámides de Teotihuacan, ayer inicié la lectura del libro de Diana "Pornoterrorismo" fue imposible estar en un hotel de paso (con gemidos como fondo musical y dando lectura al prologo de Helen) dejar de masturbarme pensando en Cecilia, recreando las practicas no heteronormativas que solemos tener.
Por lo poco que he leído del libro de Diana, puedo ya decir que es irreverente, transgresor, crudo, tierno, exorcizante, todo un suculento deleite para quien se permite disfrutar de Diana, de su ser, de su hacer.
Pornoterrorismo cuestiona, derrumba, reconstruye de manera alternativa una forma de vida.
Seguiré palpitante y húmeda en mi recorrido por “Pornoterrorismo” ya relataré por acá lo que ha ocurrido al devorar la última página.